En los orígenes de la actual Sastrería Serna, hace unas siete décadas, se encuentran los uniformes. En aquellos años, la entonces Sastrería Arana, y posteriormente Sastrería Cecilio Serna, eran mas que conocidas por la confección de los uniformes militares, maestrantes, ingenierías, etc. Esta tradición la hemos cuidado con mucho cariño, aparte de por el hecho de coser en sí, por el placer de jugar con distintos bordados, cuellos, bocamangas…

En la actualidad, la mayor parte de las personas que solicitan un uniforme de este tipo a una sastrería artesanal, lo hacen con el motivo de poder vestir el uniforme en un día concreto, un día especial: el día de su boda.

En esta ocasión, el uniforme que nos solicitaron era una de las joyas mas bonitas de los uniformes españoles, el uniforme de etiqueta de ingeniería de minas, y aquí os vamos a exponer los dos últimos trabajos, uno de ellos es inspector general, el cual es la mas alta graduación posible, y es el que lleva mas cantidad de bordado.

El origen de los uniformes de ingenieros, data del siglo XVII, y cada una de estas ingenierías consta de dos uniformes, el de gala, que es muy similar al de gala de marina y el de etiqueta, que es siempre un frac cruzado con los distintos bordados en el cuello (tapa), el cual es el emblema que corresponda a la ingeniería, los bordados en los puños, solapas y carteras, los cuales se corresponden a la graduación que la persona tenga el placer de vestir el uniforme. En el caso que nos concierne, como he dicho, ingeniero de minas, para mi sin duda el mas bonito de todos los uniformes de ingeniería, además es el único diferente al resto, ya que, aunque es un frac cruzado igual que el resto, en este caso las solapas tienen una forma totalmente distinta, son amplias y pronunciadas, son solapas napoleónicas. Y también tiene la diferencia en el cuello, este es un cuello nerhu, este es el que todo el mundo conoce como cuello mao, de unos siete centímetros de altura, altura necesaria para poder realizar los bordados correspondientes; ya que, aparte del emblema de la ingeniería, en este caso lleva media corona de laurel y la otra media es una espiga de trigo, encima de esto va una corona real. Por otra parte, en todo el perfil del cuello lleva bordado un cordón y una serreta.

La mayor dificultad que existe a la hora de realizar este uniforme, está en la inexistencia de documentación suficiente, donde uno se pueda informar para realizarlo. Lo único que existe es un libro, en el que habla de todas las ingenierías, pero en el que entremezclan cada uniforme y uno malamente puede llegar a entender que se corresponde a cada cual. Para lo tanto, llegamos a escribir, e incluso visitar el colegio de minas, donde nos recibieron amablemente, pero aunque conocían la existencia del uniforme de gala o diario, no tenían conocimiento del de etiqueta. Por lo que hubo que profundizar en este libro.

En esta ocasión, a diferencia de lo habitual, decidimos hacer una prueba inicial en falfa; esta prueba consiste en realizar el corte de la prenda en una tela que no sirva, para posteriormente hilvanar todas las costuras y probarla sin entretelas, afinarlo, y poder usar este como patrón para cortarlo sobre la tela definitiva.

Como en todas las ocasiones solo podíamos utilizar un paño de la máxima calidad, este uniforme se confecciona con un paño de levita grueso, por supuesto lana 100%, y  de color azul noche. En Sastrería Serna, cuando se trata de uniformes, no tenemos dudas y siempre confiamos en Gorina, expertos en este tipo de tejidos.

Tras el corte final realizamos la que es normalmente la primera prueba, con entretelas y posteriormente una prueba de cantos, que es con el uniforme ya hecho pero sin los bordados del cuello y solapas. Aquí es donde reside lo mejor de este trabajo, hay que volver a deshacer el uniforme para poder realizar los bordados donde van definitivamente, ya que de hacerlo desde un principio estos podrían no encajar bien en la zona donde corresponda. En este paso no nos queda otra opción que dejar parado el uniforme durante el tiempo en el que se están realizando los bordados, cosa que puede durar varias semanas en incluso meses. Hay que valorar en gran medida el trabajo artesano fundamental que realiza la bordadora que colabora con nosotros en este tipo de encargos.

Con los años, son muchos los detalles que se han ido perdiendo en el mundo de la moda masculina, uno de ellos son los correspondientes a los botones. En la actualidad, los que se venden para cualquier tipo de uniforme en su mayoría son de hojalata, lo cual desluce mucho el conjunto. En Sastrería Serna, siempre intentamos dar un paso mas allá e intentamos localizar los botones originales, para uno de los uniformes, visitamos una tienda de efectos militares de la calle mayor, Vicente Rodríguez, en esta tienda puedes encontrar botones con mas de un siglo de historia y originales. Después de buscar en su almacén encontró la última botonadura que le quedaba. Por lo que para el otro uniforme tuvimos que buscar durante semanas por Internet hasta que la logramos localizar en manos de un coleccionista.

Una botonadura tenía mas de 80 años, y la otra, sobre los 90 años. Imaginaos el valor histórico de esas joyas.

El pantalón, por su parte, lleva un galón dorado de hilo de oro, de unos 5 centímetros, que está cosido a lo largo del pantalón en la costura del costado. Este es muy alto de caja, con el fin de hacer el delantero del frac lo mas corto posible, para que estilice la figura, a la vez que la alargue.

Finalmente una vez terminamos estos dos uniformes, podemos tener el placer de haber participado en hacer un poquito mas grande el día de estas dos bodas.

Muchas gracias por permitirnos traer a la actualidad parte de la historia.

Agradecimientos a las dos familias y a los fotógrafos que han sabido capturar tan bellamente nuestro trabajo:

Arantxa Sandúa en la boda de José Luis y Paz

Serafín Castillo en la boda de Vicente y Bárbara